Hoy te propongo un ejercicio para trabajar el perdón en la elaboración del duelo y en la aceptación de la muerte.
Esta propuesta es un primer acercamiento al perdón, es un acto puntual, es un proceso hecho de momentos claros y puntuales desde una condición polar, vida y muerte, para llegar a una condición de integridad total, donde solo existe amor, anulando las polaridades que crean conflicto en nosotros.
La muerte en si misma forma parte de la vida, pero el juicio la convierte en rechazo profundo y esto es lo que provoca el sufrimiento. Hablar de ello y con ella alivia el dolor
El ejercicio se llama las tres cartas, coge un papel y un bolígrafo, prepara un cronometro para medir el tiempo , haz un profunda inspiración y al expirar cierra los ojos
- Piensa en esa persona querida que ha muerto o que va a morir pronto y de la que no aceptas su marcha, que su muerte te asusta mucho y escribes en la primera hoja el nombre de esa persona y abajo escribes “Te perdono por…” y escribes sin parar durante tres minutos todo lo que nazca en este momento, por ejemplo, te perdono por haberte ido sin despedirte, te perdono por dejarme sentir tanto frio sin ti, te perdono por privarme de esas risas compartidas…. Cuando suene la alarma, stop, para y siente todo lo que se está moviendo en ti. Respira profundamente y entrega todo el perdón.
- Después, una segunda hoja, vuelves a escribir el nombre de la persona, y escribes: Te pido perdón por, o “perdóname por”, sin nunca levantar el bolígrafo del papel durante 3 minutos, por ejemplo, Te pido perdón por el tiempo que no te dediqué, cuando termine el tiempo, levantas el boli del papel, inspira y al expirar, suelta y entrega todo el perdón.
- Escribes en una tercera hoja, y ya por última vez, el nombre de la persona y añades, “Gracias por” y durante 3 minutos, escribe sin levantar el boli, las cosas mas importantes que quieras agradecer, por ejemplo, Gracias por tener todo tan claro y ser tan inspirador para mi.
Cuando suene la alarma paras, y respiras profundamente, manteniendo los ojos cerrados, permítete sentir todo lo que sea que emana de ti, apoya tus manos en el corazón y pronuncia la palabra Gracias, relaja las manos y mira a sus ojos, sonríe y disfruta de ese momento de amor, diciendo en voz alta, te perdono por…, perdóname por…y gracias por… y cuando termines, respira profundamente y déjalo ir.