¿Que es la medicalización?

¿Cuántas pastillas tomas al día?

Estamos en un momento en el que hemos cedido todo el poder de sanación que tenemos innato a la medicina. Es la cultura sanitaria del “solo me puedo curar si me tomo una pastilla” “no quiero sentir nada de dolor” y olvidamos que si tomamos la pastilla atendemos al síntoma pero no a la raíz. Cada vez más aspectos de la vida cotidiana son medicalizados, de manera que se tratan como enfermedades procesos biológicos naturales como la menstruación o la menopausia, comportamientos propios de los niños,  la timidez, la tristeza ante cualquier pérdida, la ansiedad en procesos de cambio, y muchas más emociones que suceden en el trascurso de la vida y que ocurren sencillamente porque es lo que implica estar vivo, sentir.

Hemos medicalizado la vida

La “medicalización de la vida” es la principal causa de sobreprescripción, ahora, “si no es con una pastilla el paciente siente que no se cura”

https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2022/05/15/627e8bf0fdddffa9638b458b.html

Entendemos por medicalización el proceso de convertir situaciones que han sido siempre normales en cuadros patológicos y pretender resolver, mediante la medicina, situaciones que no son médicas, sino sociales, profesionales, de las relaciones interpersonales o duelos.

Seamos conscientes de que no somos únicamente el cuerpo físico, tenemos otros cuerpos, como el emocional y el mental, que se valen del cuerpo físico para emitir señales de que algo no estamos gestionando correctamente.

Si permitimos medicarnos por todo lo que sentimos y no sabemos gestionar, nos desconectamos de la vida. Aprender a ver las situaciones que realmente necesitan ser tratadas con medicina y diferenciarlas de las que debemos resolver con nuestras herramientas innatas.

Aprender a gestionar las emociones, analizar profundamente nuestra evolución, acudir a terapia para identificar y sanar heridas que están muy dentro de nosotros, practicar el silencio, hacer ejercicio, cuidar nuestra alimentación y reconocer en nuestro cuerpo la herramienta perfecta que nos avisa de que algo en nuestro cuerpo físico o energético no funciona bien. El dolor, la enfermedad es la consecuencia, no tomes la pastilla para ocultarlo, ve a la causa para sanar desde dentro. Ese es el poder que tenemos como seres humanos. Estar atento a lo que sucede en tu vida, lo que sientes, piensas y haces y vivir en coherencia para evitar dolores y enfermedades que son causadas por la falta de atención a nosotros mismos.

Ya nos lo cantaba Sabina…y si protesta el corazón, en la farmacia puedes preguntar ¿Venden pastillas para no soñar?

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Inmaculada González

Soy Inma González. Comparto contigo recursos para que juntos aceptemos la muerte como un proceso natural de la vida. Ayúdame a compartirlos y hacer que todos aprendamos a vivir con Amor el duelo y la muerte.

2 comentarios en “¿Cuántas pastillas tomas al día?”

  1. José Javier García Ros

    Pastillas; analgésicos, profenos, ketoprofenos, diazepinas, bezodiazepinas, esteroides, opiaceos sintéticos y así un largo listado, de lo que la sociedad del aquí y ahora (con interpretación libre) pone al alcanze del sanador del siglo XX y XXI. Estar en disposición de poder acompañarnos en los procesos de dificultad emocional, entender que son las emociones, entedender que la gestión emocional es un proceso personal y a la vez social.
    Y social y personal van de la mano, yo me reconozco como persona influida por lo social, con dificultades para gestionar las emociones negativas en lo personal y sobre todo HUMANO.
    Desde mi percepción de los hechos ( la faceta del cristal con el que miramos el mundo), existe una medicina natural, sanadora, que devuelve al Humor Hipocrático ¿ o a lo peor no hay que devolver? ¿ y si tenemos que tomar conciencia de que Humor no quiero? ¿y si las pastillas se limitan, además, a dar continuismo?
    El sanador no tiene, creo, ni espacio, ni tiempo, ni medios y a veces conocimientos suficientes. para poder acompañar de manera adecuada, al que se manifiesta en posición de necesitar modificar sus “conductas” habituales por otras más adecuadas. Con su evidente y más que evidente proceso de desaprender para poder tener espacio para dar cabida a los nuevos aprendizajes que nuestro cerebro necesita evaluar, procesar y gestionar.
    Pero a lo que vamos 😉 ¿quiere la sociedad compartir su responsabilidad?, ¿quieren las personas cercanas a cada cual, acompañar en los procesos?, ¿estamos preparados para asumir que lo que era, ya no es?.
    A mi se me presentan éstas y otras dudas, en el proceso en el que llevo inmerso, con un diagnóstico-etiqueta. más todo lo anterior (prediagnóstico), que te da la sensación de que algo no ha ido por un camino adecuado.
    No hay una cultura del ¿y yo que puedo hacer por mí?, hemos mamado, la queja, y los demás, y pobrecito. La falta de una cultura del bienestar emocional ha cerrado muchas puertas y abierto muchos pastilleros. Solo y desde una responsabilidad personal, ciertos movimientos paralelos a la farmacia, estan mostrando la capacidad o demostrando la incapacidad y su modificación eficaz. Pero somos muchos y hay muy pocos con la voluntad de dar un cambio a esta sociedad de las prisas, inmediatez, abuso o dejarse abusar, mostrar esos caminos alternativos y responsables donde la PERSONA es la importante y los medios justifican las actuaciones.
    Desarrollar estas más que claras alternativas, cuesta trabajo, inclusión y ganas. ¿Pero existe el espacio?.

    1. Muchas gracias por tu comentario. Respondo a tu reflexión personal. Para comenzar, discrepo con la palabra “sanador”, no creo que nadie sane a nadie, para mí, el único que puede sanar es uno mismo desde dentro hacia fuera y si uno no es capaz de gestionar las emociones, está bien encontrar alguien que le guie para identificar las emociones tanto a nivel personal como social. Vivimos en sociedad y es cierto que el exterior influye, pero depende de ti, de los límites que tú establezcas en tus relaciones y del permiso que des a los demás de sobrepasarlos.
      A veces no es necesario desaprender, se trata de reconducir todo lo que has aprendido, no es que lo anterior no valga, claro que sirve, de hecho es lo que te trajo hasta aquí.
      La pregunta que te haces, ¿Yo que puedo hacer por mí? es muy correcta, ¿te la has formulado en serio alguna vez? ¿estás dispuesto a hacer algo por ti realmente? Algo que nazca de ti, pensado para tu desarrollo, para tu estabilidad, para tu proceso de crecimiento. Sin tener en cuenta lo que hacen las personas que te rodean, ¿realmente te valoras como ser individual? Lo que tú eres en esencia, tomar responsabilidad de tu vida, dar un paso al frente, solo y decidir lo que tú quieres de la vida o ¿es mejor depender de alguien o de algo (pastillas)? o hacer responsable al “sanador” de que no dedica el tiempo suficiente.
      El espacio existe siempre que tú quieras encontrarlo. Esto no va de los demás, esto va de uno mismo. Cuando venimos al mundo traemos dos personalidades, la NO DUAL e inmortal, ya lo somos, nada que conseguir, nada le afecta. La dual del “yo” personal, con nombre, género, ADN historia y color, magnífico vehículo para este plano.
      Para mí, el reto, es vivir en este mundo de dualidad, sabiendo que el “YO” personal, es sencillamente una herramienta al servido de lo inmortal. Vivir de la manera más consciente, siendo responsable de tus actos, de tus decisiones y sobre todo mirando hacia tú interior, trazando tu camino hacia el objetivo que decidas. Y para hacer esto, las pastillas no ayudan ya que adormecen y nublan los sentidos. Considero necesario estar muy despiertos, alerta para identificar todo cuanto pasa en tu cuerpo, en tu mente, para ver cómo te afecta lo exterior, todo ese gran espejo que es la sociedad y sus actos, los que te agradan y los que no, y esos, precisamente, los que no, son tus grandes maestros, donde tienes que prestar más atención.
      La vida, se recorre viviendo, el camino se hace andando y es el regalo más bonito que nos ha sido entregado. Cada quien es libre de recorrerlo a su manera, de ahí el libre albedrío, pero seguir en la queja, en las excusas, en el pastilleo, en el pobrecito, no es beneficioso para un vida consciente. Salir de ahí, con ayuda de alguien que te ayude, que te muestre un mapa de ruta, con tu firme convicción de que eres un ser grande, válido y con mucho que aportar, con ganas de compartir desde el AMOR aquello que consideres que puede hacer del mundo algo mejor, para mí, es el camino. Todo lo anterior es abono para lo que está por venir, si tú TE das el espacio, los nutrientes, el cariño, el respeto, la compasión para permitir que so que hay dentro de ti vea la luz. La salida siempre es hacia dentro. 

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