Si alguna vez te has preguntado si realmente hay alguna forma de vivir tu vida sin miedo, confiando en tus decisiones y disfrutando plenamente, quédate porque hoy hablamos precisamente de este tema.
El miedo es una emoción, como tantas otras que existen, de hecho aquí os dejo un enlace para que veáis cuantas emociones existen.
Pero antes, empecemos por el principio: ¿qué es una emoción?
Podemos decir que una emoción es una alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática.
Una emoción es un conjunto de respuestas neuroquímicas y hormonales que nos predisponen a reaccionar de cierta manera ante un estímulo externo (algo que veo, u oigo) o interno (pensamiento, recuerdo, imagen).
- Se originan en las regiones subcorticales del cerebro, la amígdala y las cortezas prefrontales ventromediales, creando reacciones bioquímicas en el cuerpo que alteran el estado físico.
- Son energía que se mueve a través de nuestro cuerpo y que sólo se estanca si la reprimimos.
- Son transitorias, lo que hacen que nos saquen de nuestro estado habitual, nos impulsan y motivan hacia la acción.
Y en esta acción es donde tomamos el control.
Confía en tu miedo
Cuando pensamos en miedo, inconscientemente pensamos en una situación que encierra un peligro, es decir, una situación que nos va a hacer sentir dolor, cualquier tipo de dolor, físico, emocional, psíquico.
Es muy importante tener claro que una emoción no es buena ni mala como tal, todas tienen un origen evolutivo y adaptativo, por lo que es una respuesta del organismo a diversos estímulos para la supervivencia de la persona.
La primera recomendación es confiar en el miedo, gracias a él no nos hemos extinguido, ni hemos sido devorados por otra especie.
Por lo tanto, el miedo también nos ofrece protección.
Observar la emoción y el comportamiento del cuerpo ante ella es muy importante para poder discernir si me está avisando de un peligro real, o es una invención de la mente para bloquearme.
¿Qué sentido tiene tu miedo?
Decir que algo me da miedo encierra mucho contenido.
Lo primero de todo es observar si es un patrón que tengo aprendido y repito constantemente. Por ejemplo, si de pequeño me caí en un cubo de agua y ya me da miedo el agua, y a consecuencia de eso, no disfruto de un baño en una piscina o en el mar durante el resto de mi vida.
Este tipo de miedo tiene una raíz: vuelve a ese momento, recréalo en tu mente y observa lo que pasa en tu cuerpo.
Después respira, busca un punto de apoyo y levántate, sacando la cabeza del agua. Se trata de recrear aquel momento y sanarlo con los recursos que tienes ahora.
Hay miedos que no tienen una raíz, y sencillamente es una excusa para dejar de hacer algo que en realidad no te apetece por otros motivos: yo no voy a esquiar porque me puedo caer y romperme una pierna.
Obviamente, hay que tener en cuenta tu estado físico, pero si sólo es por el miedo a romperte algo, siéntate y observa la fuente del miedo, porque eso que dices es simplemente una excusa. Os recomiendo este libro para identificar las excusas.
Y también hay miedos a lo desconocido. Este para mí es el más bloqueante, es el miedo que te paraliza sin ninguna razón, sencillamente porque no sabes lo que hay después.
Este miedo aplica a cualquier cambio que se presente en tu vida. Cambio de trabajo, de pareja, de que tus hijos tengan vida propia, de país, de situación económica…Y un largo etcétera.
Este miedo tiene su raíz en la falta de confianza. Abrir la mente es el primer paso, y confiar en que la vida es un regalo y que todo cuanto pase en ella forma parte de tu crecimiento, que todo es siempre para algo y normalmente para algo mejor.
¿Qué hay que hacer para que esto suceda? Cambiar tu pensamiento, al final cuesta lo mismo ponerse en el mejor escenario o en el peor, sin embargo, siempre nos ponemos en lo peor.
Cuando te des cuenta de esto, cambia el pensamiento, empieza por cosas sencillas, como un entrenamiento, y poco a poco ve ampliando.
Ser consciente de la finitud de las cosas, de la impermanencia, todo tiene un principio y un fin, lo que ayer era importante, quizá hoy ya no lo es.
Saber que la vida es algo dinámico, en constante cambio y que no está en tu mano controlarlo ni detener cada momento a tu gusto, que eres tú quien tiene que aprender a fluir con los cambios, a aceptar la situación.
“A lo que te resistes, persiste”
Suelta aquello que no es tuyo, tú eres más que ese personaje con el que estás jugando la partida de la vida, hay algo dentro de ti que te protege, tu intuición, la conexión con el Todo.
La mente tiene su papel y se mete de lleno en el juego para que el testigo sueñe que es la persona “yo”, utilizando sus argucias para mantener su hegemonía, como un hechizo en un sueño. El “yo” está formado por la mente-ego y por tanto es realmente inexistente.
Planificarte para protegerte en los niveles que sea posible (económicamente, laboralmente, psíquicamente) es una herramienta poderosa para tener cierta seguridad.
Observarte, sentarte, parar, respirar, recrear cada sensación, cada emoción, y sincerarte contigo es la mejor manera de identificar los miedos. Ir a la raíz y responsabilizarte de ello, es el camino para avanzar.
Si quieres Mejorar tu relación con el miedo, identificar cuáles son los bloqueos que te han alejado de tu verdadera esencia y dar el primer paso para vivir en mayor armonía y en conexión con tu ser, descárgate gratis mi masterclass: Cómo gestionar el miedo para crear un estilo de vida coherente con tu esencia.
Cuéntame: ¿tú también has sentido alguna vez que el miedo estaba decidiendo por ti?
2 comentarios en “¿Cómo puedes vivir tu vida sin miedo?”
Buenas noches!
Qué alegría leer lo que me sucede en repetidas ocasiones y entender el por qué de numerosas excusas que pongo a diversas situaciones. He leído varias veces algunos de los párrafos puesto que me he visto más que reflejada.
Mil gracias por esta gran ayuda prestada.
Tania
Hola Tania,
muchas gracias por tu comentario. Me alegro mucho de que el texto te haya servido para reflexionar y darte cuenta de las excusas que paralizan tu vida. Un abrazo