Consejos para ayudarte a conectar con la Naturaleza
Cada vez son más las personas que planifican una ruta o una salida al campo durante el fin de semana, sobre todo las personas que viven en ciudades y que tienen poco contacto con la naturaleza. Es algo que el cuerpo y la mente necesitan, no olvidemos el origen del ser humano, está en nuestros genes la necesidad de contactar con el campo, el espacio abierto, mirar al infinito, pisar la tierra, sentir el aire, respirar… Se trata de salir de la rutina, de olvidarse del reloj y sencillamente permitir sentir aquello que te proporciona vida.
Está comprobado que el contacto con la naturaleza, vivir o pasear cerca de espacios verdes, influye positivamente en la salud mental. Has click en este link (El poder de la naturaleza) Salir al campo o pasear por un parque para recargar nuestra batería, sobre todo para contribuir positivamente a nuestra estabilidad emocional, implica salir con esa intención. Tener en cuenta que en la naturaleza y en sus ciclos, podemos encontrar muchas respuestas, pistas de cómo es nuestra vida y como afrontamos las distintas situaciones. Por ejemplo, si sales al campo un día que estés agobiado, incluso que salgas por obligación, porque tu familia u amigos quieren ir, pero tu cabeza está pensando en TODO lo que tienes que hacer, y en un primer momento, piensas que es un día perdido. Observa cuando llegas al lugar donde vas a comenzar la ruta o donde vais a quedaros, respira, y:
*Mira a tu alrededor, observa tu mirada que llega al infinito, no tienes una pared, una pantalla o un objeto delante que te limite. Es un ejercicio maravilloso para tus ojos, mira a lo lejos y luego, dirige tu mirada a algún objeto más cercano. Ves cambiando la dirección de tu mirada para darle amplitud y focalizarte.
*Siente el aire, la brisa en tu cara, en tus manos, quédate quieta y permítete sentir el contacto con el aire. Deja que el sentido del tacto sea a la inversa, permite que la naturaleza te toque, el aire, el sol, el agua, frio, calor, hazte consciente de tus emociones, aquello que te nace sin pensar.
*Pisa, incluso si puedes, descálzate un instante y siente la tierra, deja que la planta de tus pies conecten con la naturaleza y siente la energía que te recarga desde lo más profundo de la tierra y sube, hasta la coronilla, alineándote en un momento, abre tus brazos, sonríe y agradece esa sensación, la que sea para ti, en ese momento, porque será única para ti.
*Observa el sol, recárgate de él, para que sus rayos entren en tu cuerpo, con cuidado y evitando las horas de más calor, los rayos del sol nos ayudan a producir vitamina D, además de relacionarse, su falta, con la depresión y la tristeza. El Sol es el elemento fuego, capaz de transmutar, de cambiar aquello que quieras cambiar. Míralo reflejado en la boca de tu estómago, tercer chacra, donde habita tu fuerza de voluntad y agradece que finalmente hayas aceptado salir al campo.
*Si pasas por un río, arroyo, o tienes agua cerca, párate y observa como el agua arrastra los objetos, unos se van quedando en las orillas, otros siguen su camino, mira si el agua es transparente o turbio. Somos agua en el 60% de nuestro cuerpo, mira como es el río que fluye en tu interior, lo que quieres que se quede y lo que quieres retirar.
Y finalmente, observa que algo dentro de ti, se ha sentido en casa.
