Iniciamos unos días de vacaciones escolares, y esto de alguna manera, marca nuestros tiempos, por lo que por unos días nos olvidamos de las prisas de la mañana y del estrés del día por llegar a todas las citas que tenemos programadas en la tarde.
Tomar el tiempo que uno necesita es lo contrario de ir con prisa, de intentar llegar a la meta en tiempo, aunque sea atravesando la línea de llegada con nuestra cabeza. Aprovecha estos días para desconectar a nivel tecnológico, descansar, sentir.
En la religión cristiana, la semana santa conmemora la Pasión de Cristo, los últimos días que vivió en la tierra, su muerte y resurrección. Quizá es un buen momento para reflexionar ¿cómo te gustaría que fuesen tus últimos días en esta vida? ¿Qué harías si supieras que es la última semana que vas a estar vivo en tu cuerpo físico?
La historia de Cristo te puede inspirar, quizá puede ser el hilo conductor, de manera metafórica, para observar en qué momento de tu vida estás.
Quien no ha sentido alguna vez ser el centro de atención, sobre todo cuando eres quien sostiene las situaciones difíciles, si eres quien mantiene la familia unida, si estás para todos, si curas, escuchas y atiendes a quien llega y a quien está cerca de ti, eres como Jesús, cuando entró en Jerusalén, aclamado, con aplausos, muchos pensaban que era quien les salvaría.
Sin embargo, cuando vieron que la forma de salvarse que proponía no era la que ellos esperaban, no les gustó y lo juzgaron hasta condenarlo a muerte. ¿No te sientes así, cuando en algún momento dices lo que realmente sientes o tu forma de ver las cosas?
Cuando los demás reciben de ti algo que no les gusta o que no es lo que esperan, te juzgan y la mayoría de las veces te condenan, como a Jesús. Sin embargo, cuando sabes que lo que piensas, dices y haces está en la misma línea, que es así como tú decides vivir, no importa que te maten, porque siempre resucitarás, renaciendo para ser más fuerte, para disfrutar más de la sabiduría que ganas sabiendo lidiar con aquello que se presente desde lo más profundo de tu corazón. Conectando con eso que hay dentro de ti, a lo que no puedes mentir, porque eres tú misma.
“Recordar que moriré pronto constituye la herramienta más importante que he encontrado para ayudarme a tomar las grandes decisiones de mi vida.
Casi todas las expectativas externas, todo el orgullo, todo el temor a la vergüenza o al fracaso, todo eso desaparece a las puertas de la muerte, quedando solamente aquello que es realmente importante.
Recordar que van a morir es la mejor manera que conozco para evitar la trampa de pensar que tienen algo que perder. Ya están desnudos. No hay ninguna razón para no seguir a su corazón”. Steve Jobs